En este tiempo pascual continuamos la alegría de la Resurrección de Cristo. Durante estas semanas las lecturas nos han mostrado a Jesús como quien camina con nosotros, como nuestro pastor, como la vid fecunda. En este tiempo Cristo se nos presenta victorioso, pero siempre ocupado de nosotros que somos el pueblo de su Padre.
Durante esta semana tenemos el placer de homenajear a las madres. Dios nos ha concedido una gracia que él mismo quiso experimentar. El ser de una madre es un don que Dios nos ha regalado a todos para que experimentemos su gracia y compañía y el mismo amor que el siente por nosotros.
Que el agradecimiento a quien te concedió nacer no se festeje solo en este día, sino que cada día reconozcas su amor y la entrega que te dio o que te ha dado.
Durante esta semana tenemos el placer de homenajear a las madres. Dios nos ha concedido una gracia que él mismo quiso experimentar. El ser de una madre es un don que Dios nos ha regalado a todos para que experimentemos su gracia y compañía y el mismo amor que el siente por nosotros.
Que el agradecimiento a quien te concedió nacer no se festeje solo en este día, sino que cada día reconozcas su amor y la entrega que te dio o que te ha dado.
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