![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2Xt12XRAt16uDGvNCXFzQ-bg8bTxBWxS81mFJb6AqvBn5J3RR9YxsnE4eRErw-JtQ5FIGwQOINXCq1S_zTNw3p4Eo9a-bcUjlZ9_hpzp91CqRm-yvJSwDVIATwxbasasZ7wC9Pe12_gVl/s320/_.jpg)
"El Amor, murió de amor; y por tanto amor, ¡resucitó!"
¡Feliz Pascua de Resurrección!
A lo largo de nuestra vida nos hemos preparado para grandes eventos, tales como nacimientos, bodas y quinceañeros, graduaciones, vacaciones... También hemos ansiado importantes noticias: la aprobación de un préstamo para comprar un auto o una casa, la admisión en una universidad prestigiosa, la contratación en alguna empresa...
Pues durante la Cuaresma hemos vivido de la misma manera, preparándonos para un gran evento, y anhelando ansiosamente un anuncio. El evento ya ocurrió:
¡El Señor resucitó, aleluya!
Mas el anuncio nos corresponde a los cristianos llevarlo al mundo entero, comenzando por nuestros familiares, amigos, compañeros de trabajo, vecinos... Así como a María Magdalena, se nos llama por nuestro nombre, y se nos envía de misión a anunciar la Buena Nueva. Ese anuncio hay que llevarlo con alegría, entusiasmo y pasión.
Durante la Semana Santa del año pasado (2008), Luis confeccionó una corona de espinas con ramas de trinitaria para una reflexión cuaresmal. La conservamos durante todo el Triduo. El Sábado Santo salimos de noche a participar de la Vigilia Pascual, y ¡cuán grande nuestra sorpresa...! AL llegar a la casa en la madrugada del Domingo encontramos la corona en el suelo completamente destrozada.
Hermanos y hermanas, muertos ya al pecado y al egoísmo, "resucitemos" cada mañana con la alegría pascual para llevar esperanza a nuestro mundo tan sufrido.
¡Feliz Pascua de Resurrección!
A lo largo de nuestra vida nos hemos preparado para grandes eventos, tales como nacimientos, bodas y quinceañeros, graduaciones, vacaciones... También hemos ansiado importantes noticias: la aprobación de un préstamo para comprar un auto o una casa, la admisión en una universidad prestigiosa, la contratación en alguna empresa...
Pues durante la Cuaresma hemos vivido de la misma manera, preparándonos para un gran evento, y anhelando ansiosamente un anuncio. El evento ya ocurrió:
¡El Señor resucitó, aleluya!
Mas el anuncio nos corresponde a los cristianos llevarlo al mundo entero, comenzando por nuestros familiares, amigos, compañeros de trabajo, vecinos... Así como a María Magdalena, se nos llama por nuestro nombre, y se nos envía de misión a anunciar la Buena Nueva. Ese anuncio hay que llevarlo con alegría, entusiasmo y pasión.
Durante la Semana Santa del año pasado (2008), Luis confeccionó una corona de espinas con ramas de trinitaria para una reflexión cuaresmal. La conservamos durante todo el Triduo. El Sábado Santo salimos de noche a participar de la Vigilia Pascual, y ¡cuán grande nuestra sorpresa...! AL llegar a la casa en la madrugada del Domingo encontramos la corona en el suelo completamente destrozada.
Hermanos y hermanas, muertos ya al pecado y al egoísmo, "resucitemos" cada mañana con la alegría pascual para llevar esperanza a nuestro mundo tan sufrido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario