Bienvenidos al Pueblo de Dios

viernes, 24 de abril de 2009

Así Somos.. continuamos con la Pascua



Amigos continuamos en el tiempo de Pascua donde la liturgia eclesial nos invita a dedicar unas horas o semanas a profundizar en la resurrección de Cristo Jesús, meditando su misterio y tratando de vincular intensamente con él nuestra vida espiritual.


En el tiempo de Adviento-Navidad celebrábamos la venida del Hijo de Dios a nuestro mundo de pecado, para redimirnos. En semanas posteriores acompañábamos a Jesús en el camino de la Evangelización. En la Cuaresma y Semana Santa contemplábamos al Siervo de Dios, a Jesús Mesías, avanzando por la calle de la Amargura en dirección al Calvario y a la muerte, ofreciéndose por nosotros. Y, tras la muerte, estamos cantando a gloria en la Pascua de Resurrección.


Detengámonos, pues, ahora a reflexionar, con sincero afecto y gratitud, dejándonos llevar de la mano por san Pablo, sobre el misterio y el sentido de nuestra vida en Cristo Resucitado, ya que todos los frutos de la redención se nos aplican a los creyentes cuando nos dejamos invadir y modelar por el espíritu de Cristo Resucitado.

Pueblo de Dios: Carisma Paulino Nativo (1ra. Parte)

La Hna. Daisy Torres, fsp nos habla sobre su vocación.

Junio del 2007. El Papa Benedicto XVI acaba de declarar el Año de San Pablo (junio2008- junio 2009). ¿Qué sentí? Muchísima alegría y 20 mariposas revoloteando en mi estomago. Desde aquel mismo instante me hice una promesa: ‘A lo largo de esos 12 meses voy a empeñarme en conocer mucho más de mi padre y haré lo posible, junto a las hermanas de la comunidad, por que otras personas conozcan su vida y su fuego misionero’.

Mi nombre es Daisy I. Torres López. Soy de aquí como… Mi familia natural es sencilla, luchadora y de fe. Llevo casi 14 años en la comunidad misionera de las Hijas de San Pablo, mi otra familia. Somos, como Pablo, misioneras en las grandes ciudades. Allí en donde hay gente que entra y sale, que pasa o regresa, ahí estaba Pablo de Tarso y allí estamos o intentamos estar nosotras, las Paulinas.

Ser una mujer realizada como consagrada, ser una evangelizadora en el campo de las comunicaciones y ser una misionera en la ciudad; han sido aspectos de la vocación paulina que me ha costado entender. ¿Qué fue lo que me ayudó a comprender lo “extraño” y lo hermoso de ser una Paulina? Un trozo del Evangelio. También la vida y las cartas de Pablo. ¿De qué hablo? Se los diré inmediatamente.

Cuando estaba en la etapa del Noviciado viví, como es normal, mis momentos de crisis. Uno de ellos lo causó el hecho de no tener del todo claro el sentido y la pertinencia del carisma paulino para la actualidad. Un número significativo de personas me hablaba de misión “ad gentes” y de asistir a los más pobres. Llegué a hacerme una lluvia de preguntas…
(Continuará en la próxima publicación).

Vidas que inspiran: San Pablo, apóstol

Celebra la frase


Si la gente supiera lo que gana asistiendo a una Misa, nadie se quedaría sin asistir.

San Leonardo.

Oración por las Vocaciones


Dios, Padre y Pastor de todos los hombres,

Tú quieres que no falten hoy día, hombres y mujeres de fe,

que consagren sus vidas al servicio del evangelio

y al cuidado de la Iglesia.

Haz que tu Espíritu Santo ilumine los corazones,

y fortalezca las voluntades de tus fieles,

para que, acogiendo tu llamado,

lleguen a ser los Sacerdotes y Diáconos,

Religiosos, Religiosas y Consagrados que tu Pueblo necesita.

La cosecha es abundante, y los operarios pocos.

Envía, Señor, operarios a tu mies.

Amén

¿Pueden orar por mi vocación?


“La cosecha es mucha y los trabajadores, pocos. Rueguen, por tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos”. (Mt. 9, 36)


Visita este enlace: http://www.paulinaspr.org/ y deja tu oración en la sección de Peticiones de Oración. Estamos esperando para orar por ti.

miércoles, 15 de abril de 2009

Así Somos en Pascua



"El Amor, murió de amor; y por tanto amor, ¡resucitó!"

¡Feliz Pascua de Resurrección!

A lo largo de nuestra vida nos hemos preparado para grandes eventos, tales como nacimientos, bodas y quinceañeros, graduaciones, vacaciones... También hemos ansiado importantes noticias: la aprobación de un préstamo para comprar un auto o una casa, la admisión en una universidad prestigiosa, la contratación en alguna empresa...

Pues durante la Cuaresma hemos vivido de la misma manera, preparándonos para un gran evento, y anhelando ansiosamente un anuncio. El evento ya ocurrió:

¡El Señor resucitó, aleluya!

Mas el anuncio nos corresponde a los cristianos llevarlo al mundo entero, comenzando por nuestros familiares, amigos, compañeros de trabajo, vecinos... Así como a María Magdalena, se nos llama por nuestro nombre, y se nos envía de misión a anunciar la Buena Nueva. Ese anuncio hay que llevarlo con alegría, entusiasmo y pasión.

Durante la Semana Santa del año pasado (2008), Luis confeccionó una corona de espinas con ramas de trinitaria para una reflexión cuaresmal. La conservamos durante todo el Triduo. El Sábado Santo salimos de noche a participar de la Vigilia Pascual, y ¡cuán grande nuestra sorpresa...! AL llegar a la casa en la madrugada del Domingo encontramos la corona en el suelo completamente destrozada.

Hermanos y hermanas, muertos ya al pecado y al egoísmo, "resucitemos" cada mañana con la alegría pascual para llevar esperanza a nuestro mundo tan sufrido.

martes, 7 de abril de 2009

Así Somos

Oficialmente hemos comenzado la Semana Santa con el llamado Domingo de Ramos. Reflexionando sobre el texto de San Marcos capítulo 11, versículos del 1 al 10, que narra la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, meditamos en un personaje que casi pasa desapercibido: el borrico (asno, burro). Jesús ya sabía de su existencia. Sabía dónde y cómo se encontraba. Y lo manda a desamarrar para valerse de él, y así entrar a la gran ciudad. De la misma forma, nosotros hemos sido escogidos por Dios para una gran misión: llevar a Cristo a los demás.

Pero así como el borrico es un animal torpe, terco, obstinado, necio, y difícil de montar, nosotros también asumimos estas actitudes cuando el Señor nos llama a servir. ¿Cuántas veces, creyéndonos poca cosa y desconfiando de la misericordia de Dios, nos volvemos tan "cabezi-duros" como un mismo borrico?

Más Dios nos ama tanto que aún así nos utiliza como sus instrumentos. Entonces, cuando permitimos que se cumpla en nosotros la voluntad de Dios vamos experimentando sus maravillas y vamos cosechando frutos. Y se nos inflama el corazón al ser parte de su plan divino.

Al entrar en Jerusalén, y escuchar tantas alabanzas, ver tanta algarabía y excitación, caminar sobre mantos y ramas que colocaban a su paso, el borrico debió haber "pensado" (de haber podido) que toda esa alegría se debía a él, caminando así con gran orgullo y emoción. Hermanos y hermanas, ¿cuántas veces al observar nuestros logros, nuestros éxitos, nuestras bendiciones llegamos a pensar que todo el crédito es nuestro y de nadie más? ¿Cuántas veces hemos clamado al Señor por su auxilio, y cuando todo va bien lo olvidamos?

Cuando cumplamos con nuestra misión de evangelizar, de llevar a Cristo a los demás, y comencemos a experimentar la grandeza del Espíritu, recordemos que las palabras: "¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!..." eran para Cristo no para el borrico.

Mapa Nueva Librería Paulinas en Avenida Roosevelt 174

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